lunes, 27 de julio de 2015

Semana 14. Semana de enfermero

Está semana tiene muy poco que contar puesto que mi Ama ha pasado toda la semana enferma y encamada por lo que yo me he dedicado al completo a cuidarla y en eso se ha basado todo. Solo cabe destacar que he llevado puesto el cinturón de castidad por primera vez durante toda una semana, de domingo a domingo. He sentido la frustración de no poderme empalmarme, los dolores cuando mi Ama le gustaba decirme cosas para que me empalmara y no pudiera, aunque parece que mi mente desarrollo un mecanismo de defensa y, con la ventaja de mi Ama no estaba en condiciones de jugar conmigo, pasé toda la semana sin pensar en sexo prácticamente, lo que lo hizo mucho más llevadera. Es cierto que la sensación más incomoda de llevar eso puesto es para dormir y para disimularlo en casa ya que vivo con mis padres y mi hermano y se vuelve bastante complicado pasar el día entero tratando de que no se note o me lo vean por lo que sea.

Y bueno no hay mucho aplicamos algunas normas nuevas, como que mi Ama me ha exigido darle la bienvenida a mi casa siempre en la posición de un perro cuando pide juegos y si Ella se acerca a mi besarle los pies, para que empiece a notar las diferencias de ser ahora su mascota, como también cuando estemos solos y tenga que ir con Ella a algún sitio en la casa tendré que ir tras Ella y a cuatro patas, mejor aún si de vez en cuando voy besando el suelo que pisa, a mi Ama eso le encanta y a mi... también. Y hasta aquí esta semana.

lunes, 20 de julio de 2015

Semana 13. Cambios Necesarios

Está semana empezó nada más y nada menos que estrenando la jaula de castidad. La verdad es que la tuve puesta durante 4 días sin ver a mi Ama por lo que fue más fácil de lo esperado, al no ver a mi Dueña y tener los huevos descargados de hacia poco tiempo, solo consiguió que no pensará apenas en sexo y no me empalmara para nada. A los 4 días al estar de nuevo con Ella si fue un poco más duro, pues con mi Ama si me excitaba (como para no hacerlo). La semana tuvo sus momentos de servilismo pero siguió transcurriendo con total normalidad...
Hasta ayer, que Ella llego a mi casa y me usó para el sexo, follamos sin penetración luego me permitió meterla quedándome así al límite y después me puso la jaula de castidad. Nunca me había presionado tanto, era frustrante y me quede cachondísimo, pensando en su cuerpo y como había tenido todos esos orgasmos en mi cara y en mis manos, cachondo y frustrado es la única forma de describirlo. Pero mentiría si dijera que no me gustó.

Al terminar el día tuvimos una larga conversación en la que nos dimos cuenta de que las últimas temporadas, por diversas circunstancias, habían sido muy flojas, con mucha permisividad para llegar a los premios, con poquísimos castigos y tiempos en castidad muy cortos. Finalmente decidió reforzar las normas que ya teníamos y aplicar algunas más para que note la diferencia de que las cosas van a cambiar.

Escuchar, hablar, realizar.

Bueno, he de decir que las temporadas anteriores hemos estado bastante flojillos, y hemos hablado al respecto, lo que me ha hecho darme cuenta de que hacía tiempo que no castigaba a mi sumi de la forma que más me gusta: a latigazos.
Se me hacía imposible, no había ni tiempo ni espacio físico donde hacerlo sin familiares cerca... así que cogí su collar de cuero (piojo) y en la parada de bus aprovechando que quedaba media hora para éste, empecé a divertirme un poco, viendo su cara de vergüenza cada vez que pasaba alguien. Y realmente, ni hacia ruido ni llamaba la atención ningún movimiento brusco; el piojo duele pero es discreto, y me encanta.

Y es que, a él no le gusta el dolor, pero a mi me encanta producirlo.
Me hace sentir bien, y esto ha hecho que más de una vez compararnos con otras parejas D/s, y me plantee qué hago bien y qué no, porque no tenemos esa ternura de protección y demás que tienen muchas relaciones o alomejor otras prácticas...
Al decirle esto a mi chico, tras haber hablado de las temporadas anteriores y de cómo se ha sentido y cómo me he sentido yo, me dijo que si yo me sentía bien así y él también, no tenía sentido plantearse todo de esa forma, somos como somos y hacemos esto cada uno como nos gusta.

Por ello también he pensado en el debate que se ve en el mundo BDSM, cuando la parte dom niega a la parte sumisa que le exija lo que debe hacer, y es cierto, para eso están los roles bien definidos y el/la sumisx sometidx a lo que la parte dom decida. Pero hay que saber diferenciar entre exigir y expresar lo que siente. Es muy importante escuchar a la parte sumisa, tanto al hablar de los límites como de lo que siente en cada práctica porque eso nos enseña y así es como se aprende uno del otro, llevándonos a ser mejores amxs y sumisxs.

Aunque lxs amxs sean amxs y dominen sobre una persona, sigue siendo una persona, porque con la tontería parece que hay algunos que se les olvida. SIEMPRE sano, seguro y sobretodo consensuado.


Después de desahogarme un poquito, espero que esperéis más de nosotros, aún nos quedan muchas experiencias que contar. 

Pronto el weekly de mi perrete.

Hasta dentro de un ratito.
El piojo.


lunes, 13 de julio de 2015

BDSM Returns.

Sentimos este parón que se ha producido sin quererlo, pero entre una cosa y otra no lo hemos podido evitar.
Aquí estamos de vuelta y con muchas ganas de seguir haciéndoos sentir lo que sentimos en un mundo que se abre cada vez más para nosotros.

Estos días han sido intensos: indecisiones para volver a retomar la temporada que dejamos a mitad, oportunidades que se presentan para experimentar, las ganas de estrenar el cinturón de castidad...Muchas razones para volver. 

Hemos cogido carrerilla y he puesto a mi sumi en castidad desde el principio, estrenando por fín el cinturón de castidad. Y aunque esto vaya a enfurecerlo, ya le bajaré los humos, pero os tengo que contar la anécdota:

<Compramos el cinturón de castidad a través de un sitio por internet. Tenía un precio muy económico y la calidad era bastante buena, tanto del cacharro como de la web, así que decidimos comprar... sin mirar la talla.
Cuando eso llegó tras la larga espera, vimos que eso no entraba por ningún lado. Mi sumi es un HUEVÓN.

Hicimos lo que pudimos: fuimos a tiendas, sexshops, torneros... pero por suerte la chica que nos lo vendió, nos pudo conseguir otra anilla de una talla mayor.

Así, tras otra larga espera, al fín tengo a mi perrete en su jaula, bien sometido y domesticado.>