viernes, 11 de mayo de 2018

Clase Estimulante

Abro con esta historia la nueva sección del blog, dedicada un poco a contaros las historias que hay detrás de todos los juguetes y productos sexuales y eróticos que hemos ido probando, para que al menos, tengáis mi o nuestra experiencia si realmente queréis comprar algo ya que, no me gustaba hacer promoción por promoción, sino, poder daros una perspectiva del producto que os enseño.

Como ya os comenté, tuve una experiencia con los estimulantes en una de mis clases del curso de sexología que realicé.

Os pongo en situación de mis compañeros y compañeras. 
Yo era la más pequeña, en ese momento tenía 18. Luego, una compañera que estaba estudiando el máster de sexología y sabía más que ninguno de los que llegaban a darnos clase, tiene unos 24 años. Luego había otra compañera que trabajaba en una ONG, de unos 36. Luego, un hombre de unos cuarentaymuchos que era el marido de una de las profes sobre sexualidad y deporte. La profe de sexualidad y deporte que venía a todas las clases. Otra chica de unos 22 que estudiaba magisterio de educación infantil. Otro chico que estaba allí porque le encantaba el tema, era asesor de moda de unos trentayalgo. Otra chica que estudiaba Historia de unos ventitantos también. Y luego, el director (profesor de etología) de unos cincuentaymuchos, que también venía a todas las clases.

Esa clase pintaba diferente a las otras, el power point se quedó muy corto, pero la mujer traía una maleta enorme. De ella sacó y llenó toda una mesa de juguetes, aceites, lubricantes... un pene enorme también.

Ella empezó a enseñarnos todos y cada uno de los juguetes. La mayoría ya los conocía. Una cosa que me encantó fue la utilidad que le dió a los huevos de masturbación masculina, para la masturbación femenina. Si le das la vuelta (como un calcetín) las rugosidades son muy divertidas para estimularnos*.

Lo más divertido llega cuando sacó los estimulantes de su cajita. 

Pidió voluntarios y voluntarias. Salieron dos compañeras y dos compañeros. Les dijo que se pusieran un poco, ellas en el clítoris y ellos en el glande.Cuando volvieron, todo era risas. Ellos contaban cómo era la sensación: frío calor frío calor, excitación. Una de ellas comentaba que ya los había probado pero que para ella era muy suave el estimulante femenino y se compraba el estimulante masculino para buscar más intensidad y así lo conseguía.

La clase fue de lo más excitante desde ese momento, no sé si era porque se supone que no debería serlo o porque hicimos más cosas aun más divertidas: un bingo de posturas en las que salimos para hacerlas entre nosotros (con ropa), probamos masturbadores masculinos con las manos, una fusta que no sabían para qué era... sólo el chaval que os he comentado antes (jiji) y yo.

En fin, no podía resistirme a comprar el estimulante.
¿Lo habéis probado? ¿Os gustó la experiencia? ¡No dudéis en comentar!

¿Te atreves a probarlos?

*Huevos Masturbadores: (Se pueden comprar en packs: preguntar en mi twitter o por el blog para ello, os contestaré lo antes posible)