miércoles, 11 de enero de 2017

Mi amigo... y mi novia. (Parte 1)

Quizás debería empezar por disculpar la espera desde que dijimos que esto había ocurrido y que os lo contaríamos en una entrada, hasta que al fin a ocurrido, así que nos disculpamos y bueno, al menos estamos de vuelta y no vamos a dejar en el olvido las cosas que han pasado en este tiempo.

La forma en la que surgió todo esto fue, al menos para mi, digno de relato. Siempre he sido incrédulo con las historias de este tipo pero al parecer no están tan lejos de la realidad.


Todo empezó por mi afán a que mi Ama y yo pudiésemos cumplir algo que era una fantasía que teníamos los dos, pero que yo he marcado siempre como limite por muchos miedos a los que debía enfrentarme para realizarlo. Entonces decidido a que debía superarlo y cumplir mi fantasía contacté con un corneador que encontré por la web, era de nuestra edad y de nuestra ciudad, lo que facilitaba las cosas. Pero por mucho que íbamos avanzando y hablando con él, a medida que se acercaba el momento, reaparecían mis miedos y mis dudas, lo hablaba con mi Ama, dolido por cortarle las alas de su merecida libertad a tener sexo con quién y como quiera (Mi Dueña, en su comprensión, nunca me presionó). En mitad de mis divagaciones decidí hablar con mi amigo de toda la vida, amigos desde que tengo recuerdos, nunca le había hablado de estas fantasías mías pero sabía que las podía hablar con él y al menos podría desahogarme, además siempre me ha comprendido y me ha servido de ayuda en mis problemas y viceversa.


Admito que a pesar de que sabía que lo podía hablar con él, me costo mucho dar el paso a contarle mi fantasía, di infinitos rodeos, él no conocía de esas practicas y me empezó a preguntar de que trataban y que se hacía. Yo no quería responder, quería dejarlo un poco genérico por vergüenza pero insistía. Accedí, en el fondo siempre supe que lo haría, hablamos y una vez más supo lo que tenía que decirme para hacerme sentir mejor con mis miedos. Y cuando dí por terminada la conversación, me sorprendió con el siguiente comentario en tono de broma; me siento dolido, que no cuentes conmigo para esto :P. Me quedé un poco sin saber que decir, pero le seguí la broma para saber hasta que punto iba en serio y me confeso que le gustaba la idea de verse en esa situación, tirarse a mi novia en toda mi cara. Cabe destacar que él es fantasía de mi Ama, me ordenó que no lo dejara escapar y no le dije que no en ningún momento. En menos de una hora estaba en mi casa con una cerveza y queriendo conocer todos los detalles sobre como es el Cuckold, como podría follarse a mi novia y asegurarse de mi consenso. Sinceramente, la idea de que fuese mi mejor amigo y viniese a disfrutar de poder someterme follando con mi novia era terriblemente humillante y al mismo tiempo disipó todos mis miedos. Donde hay confianza...  


Mi Dueña celebró la noticia, me dijo cuantas ganas tenía de meterse a mi amigo entre las piernas. Yo estaba flipando e imaginar eso me estaba matando, contando con que yo llevaba más de un mes en castidad soñando con poder hacer eso, con un acceso muy restringido al adorado cuerpo de mi Ama. Ahora deseaba que mi amigo lo hiciera, este lo iba a hacer sin más esfuerzo que decir quería hacerlo y Ella ya le esperaba chorreando de solo pensarlo.


Hicieron un grupo de WhatsApp para los tres, Mi Ama, mi amigo y yo. Las conversaciones se basaban en organizar el día, esto consistía en mandarme que les despejara mi casa de gente, mandarme tener la casa limpia y las camas preparadas y mandarme todo lo que se les ocurriera a la parejita que querían tener para ese día, y en bromear y tontear entre ellos. Les encantaba humillarme en el grupo mientras filtreaban y se deseaban delante de mi.





La complicidad de mi Ama y mi amigo.
Mi amigo disfrutaba aprovechando para humillarme.

Así se divirtieron conmigo durante más de una semana, hasta que llego la noche antes. Esa noche mi Dueña vino a dormir a mi casa. Me puso el cinturón de castidad y se empezó a preparar para él mientras yo preparaba mi casa para ellos con el cinturón de castidad puesto. Me hizo ver, sin tocar, como se había depilado para él. Hacía tiempo que no le veía una depilación tan perfecta y me estaba volviendo loco, yo quería tocarlo, solo un poco, derrepente estaba suplicando porque me dejase aunque fuera oler el coño de mi novia, coño que se follaría al día siguiente mi amigo. Esa situación era terriblemente humillante, mi Ama se reía y se ve que la hacía sentir enormemente poderosa. Luego la ayude a elegir la lencería que se pondría para él, no paraba de pensar que era un cabrón afortunado, yo llevaba un mes sin descargar pero mucho más sin tener sexo con Ella, dos meses mínimo. Mis huevos iban a explotar, mi polla se intentaba poner erecta, pero se encontraba con su jaula de plástico, me recordaba a quién pertenecía mi sexo.


Mientras tanto mi amigo me exigía que se quería mi casa limpia, mi cama hecha y a mi novia bien sexy. Yo vivía una doble castidad, pues como buenos amigos que somos siempre estamos de broma metiéndonos el uno con el otro, picándonos de broma como es típico en los amigos, pero esta vez él se podía explayar conmigo y por primera vez yo tenía que callar, tratar con respeto y obedecer. La humillación se multiplicaba por dos, era muy difícil no responder como habría hecho normalmente y sentía que no sólo tenía el pene es castidad, también la boca. Bien cerrada por mi bien.


Esa noche dormí con mi Ama, o lo intenté, porque sentirla a mi lado y los nervios de lo que me esperaba a la mañana siguiente me estaba volviendo loco. La miraba, dormida, sexy y apunto de ponerme los cuernos, haciendo uso de su libertad y su poder sobre mi, definitivamente era imposible amarla más...

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